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martes, 11 de febrero de 2014

La Tierra - El Ciclo de Vuestras Estaciones ...



La Tierra
El Ciclo de Vuestras Estaciones
Febrero 7 de 2014
YO SOY la voz de la Tierra que os habla desde el suelo bajo vuestros pies. Yo os hablo desde el corazón del Invierno, que es una estación del año que os trae mucho, aún cuando no siempre lo creáis. En el Invierno la fuerza vital se repliega hacia el núcleo. La temporada de Invierno gira en torno a ese núcleo: el núcleo de Luz en vuestro interior, el fuego que arde en el profundo interior, el poder del Espíritu en vosotros. En el invierno lo externo se cae, las ramas están desnudas. La vida se repliega hacia el tronco y hacia las raíces; y hay silencio y tranquilidad en la naturaleza. Pero este silencio, este vacío y esta esterilidad, no carecen de vida ni de Alma; siéntelo. Cuando caminas por el bosque o en los campos, allí está la vida, invisible pero tangible. La vida se repliega hacia el núcleo donde reúne fuerzas para brotar otra vez en Primavera.
Esta acumulación de fuerzas para volver a organizarlas, tiene lugar en un ciclo que se repite una y otra vez: Invierno, Primavera, Verano, Otoño; y otra vez Invierno. Un ciclo así también se presenta en vuestras vidas. Hay ocasiones en las cuales la energía de tu Alma se manifiesta completamente en la Tierra; momentos en los cuales la Luz de tu corazón se conecta con esta realidad; y expresas completamente quien eres. Piensa en un momento así en el pasado. Pregúntate: "¿Cuál momento de mi pasado significó para mí una completa realización de quien Yo era? ¿En qué, dónde y con quién, me permití ser visto completamente? ¿Dónde fluyó mi energía bien y plenamente?" Por un momento siente esto en ti mismo. Dentro de un ciclo completo, éste es un tiempo de expandirte, de irradiar, de Verano. Luego, la siguiente fase del ciclo es la energía del repliegue, para reflexionar en ti mismo y volverte a organizar. Y luego el ciclo vuelve a girar hacia un siguiente nivel de expansión aún mayor, para expresar aún más plenamente el Alma en la Tierra. Así que tú estás en un ritmo constante de expandirte hacia el exterior e ir al interior; un retorno al núcleo con el objeto de volverte a expandir; y gozosamente, ser tú mismo y darte al Mundo.
Ahora, siente en ti ese núcleo hacia el cual te repliegas. Hay un lugar en tu vientre, precisamente bajo tu ombligo, donde puedes sentir tu Humanidad, aquí y ahora, profundamente dentro del núcleo de tu Ser encarnado. Yo te pido que te sumerjas en este lugar; y que desde allí sientas la fortaleza primordial que vive dentro de ti. Tu corazón pertenece a tu Ser Angélico, tu Yo Superior, mientras que tu vientre es el lugar del "corazón pulsante" de tu Humanidad. Tu objetivo en esta vida es conectarte con ese lugar de tu vientre. Solamente allí te encarnas en la Tierra y te haces completamente Humano, porque solamente desde allí tu Luz hace una conexión verdaderamente profunda con la realidad terrenal. Haz contacto con el flujo energético en tu vientre, permitiendo que tu respiración se sumerja en tu vientre; y siente la vida dentro de él. Siente cómo este flujo energético está conectado con tu poder creativo, con la vitalidad misma del cuerpo; y también con tu sexualidad. Por un momento, sumérgete profundamente en el centro de tu vientre y abandona el mundo externo. Siente que allí se están reuniendo fuerzas que te capacitan para comenzar un nuevo capítulo de tu vida en la Tierra; y que te dan precisamente los poderes y talentos que necesitas ahora para manifestarte más completamente en la Tierra. Háblale a ese poder. Déjate abrazar por ese inmenso poder de tu vientre y de tu Humanidad. Siente que en ese lugar estás profundamente conectado con mi núcleo: el centro de la Tierra. Siente cuán conectados estamos.
Ahora, toma un temor de tu vida diaria con el cual te encuentres frecuentemente. ¿Dónde y a qué le tienes miedo? Dilo para ti mismo: ¿Es el miedo a ser rechazado, o a ser juzgado, o a estar solo? Luego siente cuánto pesa ese temor sobre ti, especialmente alrededor de los hombros y la cabeza, porque el temor se agarra fuertemente al pensamiento. El pensamiento alimenta los temores y los hace crecer. Frecuentemente tus pensamientos están llenos de pánico y desconfianza. Por un momento, siente que el miedo no está relacionado realmente con algo del mundo exterior, sino que se deriva de tu propia mente y sale de tu propio Ser. Ahora imagina ese temor como una nube de energía oscura; y con tus manos guías a esa nube de energía hacia ese punto de tu vientre que es silencioso y tranquilo; hacia la corriente de poder que fluye tranquila y confiadamente allí dentro de ti. Mira cómo tu abdomen recibe y saluda a tu temor de una manera muy neutral.
Siente en tu vientre las fuerzas elementales de la naturaleza. Tú eres más grande que éste temor; consuélalo. Permite que el miedo vea cuán fuerte eres realmente; y que tú eres parte de la Vida Eterna. Ahora tú estás incorporado aquí en la Tierra, en carne y hueso. Tu cuerpo es un hogar sagrado que animas con tu propia Luz; y tu esencia es eterna, sin importar la forma que tome. Siente la serenidad de tu fortaleza sin paralelo; y luego mira y sabe que el temor permanece en la periferia, no en tu núcleo. Deja que el miedo circule alrededor de ti, mientras tú te repliegas a tu núcleo, al conocimiento interno más profundo que te pertenece: "YO SOY bueno; YO SOY aceptado aquí; YO SOY bello como Soy".
YO SOY la Tierra; y te reconozco y te saludo como el Ángel que eres. Confía en mis poderes y confía en los instintos de tu cuerpo. Ahora en esta estación invernal, dedica tiempo a retirarte y a crear tanta vacuidad interna como puedas. Permanece en ese espacio silencioso y siente qué es lo que deseas desde tu núcleo; qué quieres manifestar en la Tierra; y siente que tienes la fortaleza para elevarte por encima de tus temores. Cuando te haces consciente de tus temores, ése es un signo de que estás listo para trascenderlos. Si tus temores se hacen perceptibles, la consciencia está lista para recibirlos con compasión; ha llegado el momento.
No les tengas miedo a tus "temores"; y cuando llegue el miedo, convoca a tu más profundo poder, a tu Esencia. El temor hace posible que sientas tu Esencia, así que tenle simpatía al miedo. Vives en un Mundo de dualidad; y cerca de la parte más oscura, siempre está presente la más brillante Luz. Se llaman mutuamente y forman una danza. En vuestra vida terrenal siempre están los ciclos de inicialmente ir al interior y luego expandirse hacia afuera; y otra vez ir al interior y luego al exterior. Cada vez que vas al interior, excavas un poquito más profundamente en la oscuridad, así que cada vez puede fluír al exterior más de tu Luz. Profundamente dentro de ti, la Luz y la oscuridad están actuando juntas en esta danza. Honra esta danza, porque así es como funciona la energía vital en la Tierra. Es una alternación entre entrar y salir, entre Luz y sombra; así que honra a la sombra como parte de la vida. Así como un árbol pierde su espléndido follaje para volverse completamente al interior, tú también haces algo similar en las estaciones de tu vida. Volviéndote a tu interior, te conectas por un tiempo con tu dolor, tu pérdida y tu duelo. Pero es también un bello movimiento, pues la conexión te ayuda a acercarte más a ti mismo, a entrar más profundamente en la Esencia de quien eres.
Acepta este proceso, porque la oscuridad es el camino por el cual vas hacia la Luz. Son los dos elementos que están danzando juntos. No aborrezcas tus partes más oscuras, porque te impulsan hacia adelante. Provocan que tu Luz se encarne aún más profundamente. Da la bienvenida a las partes de ti que han llevado la oscuridad dentro de ti y están sacándola a tu consciencia. Si les tienes compasión y las aceptas como parte de tu senda, se convertirán en tus mejores amigas con una profunda sensación de intimidad y conexión. Se te permite ser Humano. Tú eres un Ángel encarnado que experimentas los extremos de Luz y oscuridad, para crear "oro" al aceptarlas a ambas.
Al transformar tu propia sombra, creas el "oro" de la comprensión y la compasión; y el "oro" de la unidad de consciencia. Ésa es la razón por la cual estás aquí en la Tierra; y por eso Yo te amo intensamente y te acojo desde mi corazón. Cuandoquiera y dondequiera que sea posible, te apoyaré con mi fortaleza. Siente esta fortaleza en el suelo que está bajo tus pies, en el aire que te rodea; y en tu cuerpo. Yo estoy aquí para ti, así que confía en nuestra unidad; y ten consciencia de que Yo Te Amo.
Canalizada por Pamela Kribbe
Tradujo: Jairo Rodríguez R.